miércoles, 11 de junio de 2014

Por qué es mejor estar vivo

La verdad es que me cuesta mucho explicar algo tan obvio. Es el último argumento que me ha dado un abortista, que con tanta gente pasando hambre era mejor no nacer. En primer lugar, ¿quién tiene derecho a decidir sobre la vida ajena?. Si preguntáramos a la gente que pasa hambre es seguro que nos dirían que prefieren vivir mal a no vivir. Además, cuando se dice esto nadie está pensando en África. La pobreza en España es algo muy relativo. Quiero decir que, con o sin trabajo, nadie muere de hambre en España. El estado, la Iglesia y las familias se encargan de que eso no suceda. Así que la primera premisa no es válida.

En cuanto a si es mejor no existir a llevar una vida indigna, habría que preguntar caso por caso, pero lo normal es que personas que están incluso tetrapléjicos prefieran seguir vivos a acabar con su situación. Cuando alguien no quiere vivir generalmente no es a causa de sus problemas físicos, sino porque se sienten solos y están deprimidos; cosa que tiene solución aunque sea difícil. Es decir, que las circunstancias de cada uno no determinan su deseo de vivir, sino más bien la relación con los demás. La inmensa mayoría de las mujeres que abortar lo hacen por razones económicas o familiares. Si se les ayudara, no tendrían por qué hacerlo.

martes, 10 de junio de 2014

Arrepentida de un aborto

Profundamente arrepentida de haber abortado al sentirse sola, la joven Kari Lynn ofrece testimonio: si ella no puede ya rectificar, espera que al menos sirva "para que otras jóvenes no cometan mi mismo error".
REDACCIÓN HO.-  Kari Lynn, lamenta profundamente haber abortado y desearía volver atrás y rectificar su decisión. La joven publicaba el mes pasado en YouTube un video, ‘My baby’ (Mi bebé), con sus registros de aborto y una imagen de la ecografía de su bebé. Ofreciendo su testimonio ahora LifeNews, espera que otras jóvenes como ella no cometan el mismo error. Así se expresa (relato íntegro, aquí):
Mi vida se ha visto profundamente afectada por este trauma. Sinceramente, nunca quise abortar. Yo quería a mi bebé. Pero estaba tan asustada, pensando que nadie me ayudaría... El cuidado de un bebé habría supuesto un gran cambio. Todo el mundo me dijo que el aborto es la mejor opción. Sentirse sola fue la peor sensación del mundo. Ahora me he quedado con este dolor por el resto de mi vida. Siento pesar y tristeza. Me gustaría poder volver atrás y tener a mi bebé. Cuando veo a otros bebés o niños, me recuerdan al  que pude haber tenido. Enterarse de que alguien está embarazada me golpea aún más. Siento que mi bebé hubiera sido una niña. Le di el nombre  de Kacey Hope.
A principios de mayo de 2010 me di cuenta de que estaba subiendo de peso. Nunca quise creer en la posibilidad de estar embarazada. El 12 de mayo 2010 mi vida cambió. Fui a la clínica de control de la natalidad de la Unidad de Salud de Londres-Middlesex, para la prueba de ITS. Durante las pruebas me hicieron un test de embarazo. Estaba esperando en una habitación. El médico entró y se detuvo: "Está embarazada". Yo empecé a llorar y le dije: "¿Está seguro, no pueden estar equivocados?". Él dijo: "No, usted está por lo menos de 4 semanas de embarazo". (…)
El 13 de mayo de 2010, llamé a la Clínica de Salud de la Mujer  del Hospital Victoria para reservar un aborto. Me dijeron que tenía que esperar hasta que estuviera de 8 semanas. Me fijaron un ultrasonido para el 4 de junio de 2010. Durante mi espera,  comencé a sentir los síntomas del embarazo. Fue horrible. Podía ir a Internet y buscar semana a semana cómo crecía el bebé. Estaba muy fascinada cona. Hubo momentos en que realmente quería quedarme con el bebé. Pero el miedo se impuso. El temor de dar a luz, criar a un bebé, y la adopción… todo me asustaba. Estaba tan consumida en la preocupación y no había nadie para ayudarme. Así que seguí adelante por el camino más fácil, aunque realmente no quería demasiado.
El 4 de junio 2010 un amigo me recogió en mi casa para llevarme a la ecografía. Yo estaba sola. Esa señora puso la jalea en mi vientre y me dijo que me tumbara. Este fue mi primer y único ultrasonido. Le pregunté "¿Lo ves?" Ella dijo: "Sí, ¿quieres verlo?" Estuve de acuerdo, con algo de emoción. Giró la pantalla hacia mí, yo podía verle. Vi la forma de la cara y la cabeza del bebé. Señaló un pequeño círculo en movimiento y dijo: "¿Ves eso?" Le dije: "Sí". Ella dijo: "Ese es el corazón que late". Le pregunté cuán avanzado estaba. Me dijo que tenía 8 semanas y 4 días. Cuando llegué a casa hice un montón de ideas sobre la forma en la que podría mantener a este bebé. Se me ocurrieron muchas coas, pero el miedo estaba siempre en mi pensamiento, el aborto era probablemente lo mejor. Incluso le pedí a Dios y le pedí que me ayudara a pensar en algo antes de que fuera demasiado tarde. Continué mirando en el ordenador lo grande que era el bebé. (…) Todas las noches, me gustaba tocar mi vientre, para ver si podía sentirle en movimiento. Empecé a sentir amor por este niño.
18 de junio 2010: el último día de vida de este bebé en mí. Fue la peor sensación en toda mi vida. Yo quería algo o alguien para que me detuviera. Me sentía tan sola. Mi amigo y yo fuimos al Hospital Victoria  a las 7 a.m. La cita era a las 7:30 a.m. Cuando llegué allí, me llevaron a una habitación con un montón de gente. Me dieron una bata y unas zapatillas. Estuve en la cama durante una media hora, hasta que me dijeron que tomara dos píldoras blancas. Una vez que tome estas pastillas, no se puede cambiar de opinión. Entonces me pusieron una vía intravenosa en la mano izquierda. Mientras estaba sentada allí, con mi amigo, me di cuenta de que había una gran cantidad de mujeres, sobre todo jóvenes, caminando, todas llorando. Me di cuenta de por qué, que estaban allí por la misma razón que yo. Le pregunté a mi amigo "¿Cómo es que yo no estoy llorando?", Él me dijo que era porque estaba pensando más en mí misma que en esta pequeña dentro de mí. (…)
A las 8.30 llegó el momento de ir a la sala de operaciones para abortar. Me medicaron para que durmiera. (..) En 10 segundos me quedé dormida. Me desperté en la sala de recuperación. Sólo estuve dormida durante una media hora. Ya no estaba embarazada. Mi pequeña ya no está creciendo dentro de mí. Dejé que mi bebé se fuera al cielo. Dejé a mi bebé a las 11 semanas.
¿Cómo ha afectado esta experiencia aborto efectuado mi vida?
Nunca olvidaré el primer día en que vi a mi bebé. El 4 de junio 2010, mi vida cambió. Vi el corazón palpitante de mi  bebé a las 8 semanas, en una pantalla de ultrasonido. Realmente lo echo de menos ahora. Lo pienso siempre, una y otra vez. Acostada en la cama, viendo el movimiento del corazón de mi bebé. Era un ser humano vivo. Yo aborté mi hijo 14 días después. El 18 de junio 2010 el corazón de mi  bebé se detuvo. Una parte de mí murió ese día, y la vida después de eso nunca más será fácil. La pérdida de un hijo en un aborto atormenta.
Siento que falta algo que debería estar aquí. Sinceramente, nunca quise tener un aborto. Quería desesperadamente este niño. La idea de tener que criar a un hijo por mi cuenta sin ayuda me asustó. Entonces, tomé el camino más fácil. Ahora, la vida para mí es muy diferente a la de antes de quedarme embarazada. Lucho contra la depresión por mi decisión. Cuando veo a otros bebés y niños pequeños, me recuerda la oportunidad perdida de ser una madre para mi bebé.
A veces me asusto y pienso: ¿y si no tengo otro bebé? ¿Qué pasa si no tengo una segunda oportunidad para ser madre? Siento una profunda pérdida.
También afecta mucho mi vida de muchas maneras. He perdido amigos. (…)
La gente me dice que no debo sentir arrepentimiento. Fue mi decisión y que sólo debe vivir con ello. Esto de ninguna manera es una cosa fácil de llevar. Experimenté 12 semanas de una vida que crece dentro de mí. Tuve todos los síntomas del embarazo. Sé lo que se siente al llevar a un niño que me encanta el interior del útero. A veces pienso que cómo habría sido y a quién se habría parecido y sido. Tengo de hacer falsos recuerdos sobre la vida que hubiera tenido si mi bebé estuviera aquí. Yo sé que Dios me perdona y que mi bebé está en el cielo. Me reuniré con ella algún día. Siempre voy a amar a mi pequeña.
 hazteoir.org/noticia/61679-mi-aborto-me-atormenta-experimente-una-vida-que-crecia-dentro-mi

domingo, 8 de junio de 2014

La eutanasia en Bélgica recuerda al nazismo

Etienne Montero, presidente del Instituto Europeo de Bioética, señala que la muerte provocada se está imponiendo sin que haya demanda social. En declaraciones a Diario Médico, el experto señala que la eutanasia es ya "imparable" en Bélgica, Holanda y Luxemburgo.

REDACCIÓN HO.- En este sentido, el presidente del Instituto Europeo de Bioética desde hace más de cinco años y catedrático de Derecho de la Universidad de Namur en Bélgica, Etienne Montero, indica que la legislación sobre la muerte provocada en menores en Bélgica "se ha producido sin que existiera una demanda social y con muchos pediatras en contra". Además, "el trámite legal se ha hecho con precipitación y urgencia, prescindiéndose del informe del Consejo de Estado, por ejemplo", denuncia el experto.
Montero también señala que detrás de la norma está "un convencimiento ideológico sustentado en una mal entendida autonomía del paciente. El problema es que existen propuestas legislativas que pretenden ampliar la eutanasia a discapacitados y recién nacidos. Además de querer obligar a todas las instituciones sanitarias a ofrecerla".

"La oferta de la eutanasia genera demanda"
El experto hizo estas declaraciones en Madrid, donde se ha desplazado con motivo de la Jornada de Cuidados Paliativos: Reflexiones Éticas en la Práctica Clínica, organizadas por la Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid (Abimad), celebrada en el Hospital Centro de Cuidados Laguna.
Tras la experiencia de más de una década de eutanasia en Bélgica, Montero subrayó que "la oferta genera demanda" y que recurrir a ella no viene por el dolor físico "sino por sufrimientos psicológicos". En este sentido, Montero señala que los más vulnerables "son personas aisladas, abandonadas, sobre las que es evidente que la sociedad tiene una responsabilidad".
Montero asegura que "los recursos médicos para que nadie muera sufriendo, los tenemos", pero, indica que "hay mucha ignorancia sobre los cuidados paliativos, incluso en el colectivo médico". "Falta más formación" en los profesionales "y luego informar bien a la sociedad". "Hay que decir y aclara que se puede tratar cualquier dolor", insiste, y denuncia que "la ignorancia es un gran enemigo".
 hazteoir.org/noticia/61511-eutanasia-se-implanta-demanda-social-belgica-ya-hay-propuestas-ampliarla

domingo, 1 de junio de 2014

Ideología de género contra la maternidad

El término inglés "gender" apareció hace unos años en la literatura dedicada a las relaciones entre hombre y mujer. Traducido al español como género sería más fácilmente comprensible si se tradujese como "sexo". El discurso sobre el género niega importancia a la diferencia genital entre hombre y mujer y recoge la interpretación de Friedrich Engels al concepto de lucha de clases.
Si tuviéramos que resumir la ideología del género en una sola frase, convendría recoger de nuevo la famosa frase de Simone de Beauvoir: "La mujer no nace: se hace" [1].

Una nueva versión de la lucha de clases
Los textos dedicados al género analizan los papeles y responsabilidades atribuidas al hombre y la mujer en el contexto de nuestra sociedad, como si fueran expectativas de ciertas características, aptitudes y comportamientos probables de cada uno de ellos (la feminidad y la masculinidad). Estos papeles y expectativas serían distintos en el tiempo y según las organizaciones económicas y sociales.
La ideología del género recoge la interpretación de Friedrich Engels al concepto de lucha de clases. En su libro El origen de la familia, Engels relata la historia de la mujer: una historia que depende esencialmente de la de la técnica. La aparición de la propiedad privada convierte al hombre en propietario de la mujer. En la familia patriarcal fundada sobre la propiedad privada, la mujer se ve explotada y oprimida por el hombre. El proletariado y las mujeres se convierten, así, en dos clases oprimidas. La liberación de la mujer pasa, pues, por la destrucción de la familia y la entrada de todas las mujeres en el mundo del trabajo. Una vez "liberada" del yugo marital y de la carga de la maternidad, la mujer podrá ocupar su lugar en una sociedad de producción. Simone de Beauvoir nos da una visión de esto:

"Es fácil imaginar un mundo en que hombres y mujeres sean iguales, pues es exactamente lo que había prometido la revolución soviética: las mujeres, educadas y formadas exactamente como los hombres, trabajarían en las mismas condiciones y con los mismos salarios; la libertad erótica sería admitida por las costumbres, pero el acto sexual ya no sería considerado como un "servicio" que se remunera; la mujer estaría obligada a asegurarse otro modo de ganarse la vida; el matrimonio se fundaría en un libre compromiso al que los esposos podrían poner término cuando quisieran; la maternidad sería libre, es decir, se autorizaría el control de la natalidad y el aborto, que por su parte daría a todas las madres y sus hijos exactamente los mismos derechos, estén ellas casadas o no; las bajas por maternidad serían pagadas por la colectividad, que asumiría la carga de los niños, lo cual no significa que les serían retirados a sus padres, sino que no se les abandonaría". [2]

Asimismo, inspirándose en el estructuralismo, la ideología del género considera que cada cultura produce sus propias normas de conducta y modela un tipo de mujer distinto. Según las sociedades, ciertas tareas serán tradicionalmente consideradas como "tareas femeninas" y otras como masculinas. Si se quiere "liberar" a la mujer de la imagen de madre en el hogar, educando a sus hijos y ocupándose de su marido, hay que proveerle de los medios necesarios: la anticoncepción y el aborto. Liberada de las responsabilidades del hogar y la familia, la mujer se podrá entregar a su papel de trabajadora, en igualdad con el hombre. Es así como afirman que las diferencias de papel entre hombre y mujer son de origen puramente histórico o cultural: el producto de una cultura en vías de extinción.

La mujer "desmaternizada"
En su libro dedicado al amor materno, Elisabeth Badinter defiende que el instinto materno es un mito. En cuanto al amor materno, en su opinión, no se puede dar por supuesto [3]. En algunas de sus páginas, la maternidad se presenta como el lugar de alienación y esclavitud femenina. Es tiempo, pues, de "desmaternizar" a la mujer, de abolir las diferencias de papel entre hombre y mujer, para llegar a una "cultura unisex". La diferencia y la complementariedad se sustituyen por la semejanza entre los sexos. Aparece la androginia y se promueve la valoración de una supuesta bisexualidad original de todas las personas.
En esta nueva cultura, los papeles o funciones del hombre y la mujer serían perfectamente intercambiables [4]. A partir de entonces, la familia heterosexual y monógama, consecuencia natural del comportamiento heterosexual del hombre y la mujer, aparece como un caso de práctica sexual junto a muchos otros que se situarían en plano de igualdad con éste: la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, el travestismo, las "familias" recompuestas", las "familias" monoparentales masculinas o femeninas, y sólo quedarían las uniones pedofílicas o incluso incestuosas.
Como todas las uniones deben ponerse en plano de igualdad, la ley debería dar a todas ellas las mismas prerrogativas jurídicas que se reconocen a la familia tradicional.

La cultura anti-familia del género
La familia tradicional, heterosexual y monógama, se reduce a un modelo entre tantas otras uniones de carácter puramente contractual.
La familia tradicional comprende la institución del matrimonio: compromiso en el tiempo, deberes de fidelidad, convivencia, socorro y asistencia libremente consentidos. Del matrimonio surge naturalmente la filiación. El estado de filiación no se inventa; se instituye socialmente como origen o proveniencia de toda persona, de la que no se puede disponer: ni el sujeto tiene poder para decidir que deja de ser hijo o hija de sus padres, ni éstos son dueños del vínculo que, sin embargo, procede de su acto procreador. La institución familiar tradicional es, pues, el lugar donde las personas se comprometen a construir juntos una nueva comunidad, estable y abierta a la vida. La familia es lugar de solidaridad, interdependencia consentida y fidelidad.
La cultura anti-familia del género llama "familia" y equipara diferentes formas de unión que se fundan en contratos acordados entre individuos. Los vínculos que uno contrae con otro individuo serían entonces rescindibles en cualquier momento, si los términos dejan de convenirle, en el momento en que la supuesta bisexualidad original evolucione en uno u otro sentido. En cuanto a los hijos, si los hay, perderán esa familia -precaria desde su mismo origen- cuando las partes contratantes estimen tener interés en poner fin a ese contrato.
 http://www.aciprensa.com/Familia/genero2.htm

martes, 20 de mayo de 2014

Ideología de género y neomarxismo

Neo Marxismo

En palabras de Dale OLeary, la teoría del "feminismo de género" se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Comienza con la afirmación de Marx, de que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá solo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos.
OLeary agrega que Frederick Engels fue quien sentó las bases de la unión entre el marxismo y el feminismo. Para ello cita el libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado", escrito por el pensador alemán en 1884 en el que señala:
"El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino" [9] .
Según OLeary, los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las "feministas de género", los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.
En ese sentido, la feminista Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir la diferencia de clases, más aún la diferencia de sexos:
"& asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente" [10] .

Cuando la Naturaleza estorba

Es claro pues que para esta nueva "perspectiva de género", la realidad de la naturaleza incomoda, estorba, y por tanto, debe desaparecer. Al respecto, la propia Shulamith Firestone decía:
"Lo natural no es necesariamente un valor humano. La humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella" [11] .
Para los apasionados defensores del la "nueva perspectiva", no se deben hacer distinciones porque cualquier diferencia es sospechosa, mala, ofensiva. Dicen además que toda diferencia entre el hombre y la mujer es construcción social y por consiguiente tiene que ser cambiada. Buscan establecer una igualdad total entre hombre y mujer, sin considerar las naturales diferencias entre ambos, especialmente las diferencias sexuales; más aún, relativizan la noción de sexo de tal manera que, según ellos, no existirían dos sexos, sino más bien muchas "orientaciones sexuales".
Así, los mencionados promotores del "género" no han visto mejor opción que declararle la guerra a la naturaleza y a las opciones de la mujer. Según OLeary, las "feministas de género" a menudo denigran el respeto por la mujer con la misma vehemencia con que atacan el irrespeto, porque para ellas el "enemigo" es la diferencia.
 http://www.aciprensa.com/controversias/genero.htm

sábado, 17 de mayo de 2014

Cuando la ideología de genéro pierde el norte

Boda de tres lesbianas
El espectáculo continúa y todo resulta tan evidente que a uno se le quitan las ganas de escribir. Una vez se ha convertido el matrimonio en algo maleable a voluntad, sin ningún fundamento objetivo y enraizado en la naturaleza humana, es lógico que aparezcan nuevas "formas de matrimonio", a cada cual más pintoresca y disparatada. El último grito nos llega desde Massachusetts, donde han contraído "matrimonio" tres lesbianas. Que además, han anunciado, que están esperando un hijo, o sea, que ha sido lo que antes llamábamos una boda de penalty. Pero tranquilos, como ha declarado una de ellas "sólo porque no somos la típica configuración, no queríamos dejar de casarnos. Somos gente muy tradicional y ese sentido se reflejó en nuestra boda". Nos quedamos mucho más tranquilos.
¿Qué vendrá luego? ¿Cuatro, cinco? ¿Hombres, mujeres, niños, animales, cosas? Todo vale. Sería cómico si no fuera por las innumerables vidas rotas que van quedando por el camino.

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=35415

¿Y cómo se llamarán, mamá uno, mamá dos y mamá tres? Se admiten apuestas sobre cuánto dura este arreglo.

lunes, 12 de mayo de 2014

Eurovisión y la mujer fingida

No era una mujer barbuda. Era un hombre con barba disfrazado de mujer. Yo pensaba que la pobrecilla tenía un problema de hirsutismo y resulta que se trataba de un vulgar travesti. Y lo peor es que le han dado el premio del Festival de Eurovisión por eso, por ir disfrazado. A ver si va a resultar que se trata de un carnaval. Parece ser que cantaba bien, pero como tantos otros. Le han elegido para apoyar las políticas antifamilia de la Unión europea, es decir, para favorecer todo lo que vaya contra el matrimonio y la familia tradicional de padres, madres e hijos de ambos. Se trata de un éxito más del lobby rosa en Europa.

La tal Conchita Wurst, que realmente se llama Tony Neuwirth no es más que un joven homosexual que no consiguió triunfar con su aspecto real y acudió al travestismo para lograrlo. Sigo insistiendo en que no sé cómo pretenden integrarse y que se les acepte en la sociedad si, en lugar de llevar una vida normal, se dedican a la provocación y a pedir un trato privilegiado. No me parece bien que se discrimine a los gays pero tampoco que se les favorezca por su condición. Sobretodo no acepto que se les considere matrimonios a la hora de poder adoptar niños. Un niño necesita tener un padre y una madre, no dos de lo mismo