MADRID, 10 Sep. 10 / 01:32 pm (ACI).- El especialista en obstetricia y ginecología, Esteban Rodríguez, criticó la ley del aborto en España porque ha sido el producto de una tiranía que haciendo un abuso del poder, trata a los no nacidos como el “resido o basura” de una relación sexual. “La ley abortista impuesta por una parte del Parlamento español, considera un derecho reproductivo tratar como residuo o basura
a los niños antes del parto cuando se den unas circunstancias tales
como que: no haya sido planificado y tenga menos de 14 semanas de vida
o le sea detectada alguna anomalía antes de nacer a través de los
programas institucionales de cribados de defectos congénitos”, expresó
el experto en un artículo dado a conocer por la ANDOC.
Rodríguez
indicó que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua define como
“desecho” a aquello “que queda después de haber escogido lo mejor y más
útil de algo. Cosa que, por usada o por cualquier otra razón, no sirve a
la persona para quien se hizo. Residuo, basura. Desprecio, vilipendio.
Lo más vil y despreciable”.
“A
la luz de esta definición –explicó-; después de haberse escogido lo
mejor y más útil de una relación sexual lo que queda es un desecho: la
vida de una nueva persona”. “Tras
hacer uso del sexo y una vez obtenido el placer, el producto natural
del mismo, ya no sirve a las personas para las que se hizo y, ese nuevo
ser humano es considerado como cosa vil y despreciable, como residuo o
basura, como un ‘desecho reproductivo’ al que hay que vilipendiar y
arrancar del seno materno”, criticó. Asimismo,
indicó que no es legítimo dar a la mujer una facultad, “o mejor una
situación de poder”, para matar a un hijo indefenso antes de nacer;
porque ello revela un “abuso de superioridad”. “Los
grupos nacionalistas, comunistas, y socialistas que, sin transparencia y
sin alentar la participación ciudadana, han sacado adelante esta ley de
derechos reproductivos que convierte a una categoría de seres humanos
en desechos reproductivos, han aprovechado la notable desproporción en
número y de fuerza para deshacerse de los seres humanos más débiles e
indefensos”,
advirtió.https://www.aciprensa.com/noticias/ley-de-aborto-trata-como-residuo-o-basura-a-no-nacidos-critica-ginecologo/
Lilia, superó el síndrome post-aborto: “Ahora me siento perdonada por mi hijo”
Los abortorios
matan niños como si quitaran muelas. No informan a las mujeres de la
angustia post-aborto, sólo les interesa hacer caja. Pero ¿quién se
encarga luego de las mujeres que soportan la pesada carga? Actuall ha
hablado con una que logró superar el síndrome post-aborto.
Si no fuera por asociaciones sin ánimo de lucro como AesVida,
que atiende a chicas que quieren abortar o que ya lo han hecho, nadie
se encargaría de las jóvenes que han sufrido el tremendo drama de acabar
con la vida de su hijo y que no se liberan ya de la pesada losa, la
angustia y la depresión. Actuall ha hablado con una de esas chicas que
terminan en un abortorio porque se se quedan embarazadas muy jóvenes -19
años en este caso-. Nadie le apoyaba: ni su novio, ni
siquiera su madre. Y al sentirse rechazada no le quedó otra opción que
ir a esas mal llamadas clínicas.
Se
trata Lilia, una ecuatoriana que ahora tiene 30 años. Es la menor de 7
hermanos. A los 13 años decidió independizarse y, como ella asegura,
“empieza su libertad” y con ello su vida sexual. A los 17 años, sin
investigar nada ni tener en cuenta las consecuencias, empieza a mantener
relaciones.
Dos años después se queda embarazada. A partir de ese momento ve al bebé que espera como un problema y decide abortar. Esto le provoca un vacío interior que no consigue llenar y que le conduce al mundo del alcohol y la promiscuidad.
Pero lo que parece un tobogán de angustia, un callejón sin salida… se puede superar. Nos lo cuenta la propia Lilia. ¿Qué motivos le llevan a tomar la decisión de abortar?
Tenía 19 años. Nunca había pensado en qué haría si esto me pasaba. En
ese momento estaba trabajando y estudiando, vivía sola y quedarme
embarazada fue un problema para mí. Además mi pareja me rechazó cuando
se enteró.
Decido que la mejor salida es abortar aunque no estaba totalmente
segura. Yo quería deshacerme del problema, entonces trato de apoyarme en
mi familia, sobre todo en mi madre pero también me rechazó. O sea le rechaza su pareja, le rechaza su madre… no tiene en quién apoyarse
Esto me empujó a abortar y a buscar clínicas. Contacté con una
doctora y ésta nunca me explicó las consecuencias del aborto. Tan sólo
me informó de los tipos de aborto que existen.
También me advirtió de que si me pasaba algo -al ser el aborto ilegal
en Ecuador- no dijese su nombre ni la clínica en la que me había
practicado la intervención. Su problema le importaba poco…
A la médica solo le preocupaba eso (que no dijese su nombre) y que le pagase. ¿Usted era realmente consciente de lo que hacía?
No del todo, pero yo sabía que estar embarazada era un problema para
estar con mi pareja, para contar con el apoyo de mi familia, para mi
futuro, ya que yo quería seguir estudiando y trabajando…
La doctora me practicó el aborto, pero nunca me dijo “existe una
fundación que te puede ayudar, o no tomes esa decisión”. Solo me dijo
“este es el aborto que te puedo hacer para que no tengas secuelas”.
La doctora nunca me informó sobre el post-aborto. Yo veía
a una mujer embarazada o escuchaba llorar a un niño y sentía cosas
dentro de mí
Y sin embargo… ¿tuvo secuelas?
Yo estaba de 4 meses cuando aborté. Desde el primer instante empecé a
tener síntomas. Cuando salí de la clínica sentí un vacío en mí. Empecé a
sentir cosas extrañas: tristeza, vacío, necesitaba cariño, apoyo, un
abrazo…
Sin embargo, la persona que me acompañó a la intervención me dijo “es
lo que decidiste tú”. Nadie entendía lo que yo estaba pasando por
dentro. ¿Nadie le habló de las consecuencias, del síndrome post-aborto?
La doctora nunca me informó sobre el post-aborto. Yo veía a una mujer
embarazada o escuchaba llorar a un niño y sentía cosas dentro de mí, y
no podía pedir ayuda a nadie, porque no iba a ir diciendo por ahí ¡he
abortado!
Una vez se lo comenté a una persona y me dijo “Dios te va a
castigar”. La gente te juzga por eso. Yo creo que la mayoría de la gente
que pasa por lo que yo, se calla.
Por otra parte, pedí ayuda a una psicóloga y me dijo que “si tener al
niño era un problema, había hecho bien”. Y eso te confunde.
Con el paso del tiempo yo notaba que cada vez sentía cosas peores, sentía un vacío que no sabía como llenar. ¿Lo llenó con alcohol… para olvidar?
Entonces empecé a beber alcohol para ser un poco feliz. También tenía
necesidades sexuales y me saciaba con cualquier hombre que me dijese
cosas bonitas. ¿Consigue olvidar? Pasaron años hasta que me di cuenta
de que hice mal en abortar y de que había matado a alguien. Y a los 21
años decido venirme a España. Mi país me recordaba al entorno de mi
embarazo y del aborto por lo que tomo la decisión de venir a un país en
el que todo iba a ser nuevo para mí. Lo veo como una salida de escape. Sin
embargo, el vacío se vino conmigo. En ese momento clamé a Dios, decidí
cambiar mi vida y dejar el alcohol.
Una cuña publicitaria sobre el retiro ‘Vida en
abundancia’ decía “nosotras podemos perdonarnos”. Ahí fue cuando yo me
di cuenta realmente de que había matado a alguien
¿Por qué clamó a Dios… como se produce ese acercamiento? Un día tenía la radio puesta y escuché a la doctora Susana Macias -de la asociación AesVida que ayuda a mujeres que van a abortar o lo han hecho-. Hablaba sobre el retiro “Vida en abundancia” en el que prestan ayuda a mujeres con síntomas del post-aborto. Para mí “síntomas post-aborto” era
una palabra nueva. Sin embargo, todas las sensaciones que describía la
doctora eran las que yo llevaba años sintiendo. Una
cuña publicitaria sobre el retiro decía “nosotras podemos perdonarnos”.
Ahí fue cuando yo me di cuenta realmente de que había matado a alguien.
Y decidió asistir al retiro ¿por qué?
El retiro de Vida en abundancia decía claramente que íbamos a
ser restauradas. Nos íbamos a perdonar a nosotras mismas e íbamos a
ser transformadas. He ahí mi curiosidad. Saber cómo podía perdonarme a
mí misma.
Me puse en contacto con Susana y fui al retiro, a pesar de ser una
decisión bastante dura, porque tendría que decir abiertamente que
aborté. ¿En qué consistió el retiro?
Fuimos a Toledo y allí nos explicaron los síntomas del post-aborto.
Había una lista muy grande de todo lo que yo tenía: síntomas de
suicidio, alcohol, sensaciones extrañas al ver a niños y mujeres
embarazadas, tristeza, vacío…
Era exactamente lo que me pasaba a mí. En ese momento yo entendí y
comprendí todo. Hicimos un duelo por cada bebé abortado y dejamos a
nuestros hijos enterrados.
Yo me perdoné, pude entender los síntomas de todo lo que yo había
vivido durante años y pude cambiar mi forma de pensar y ser libre. ¿Y realmente se sintió perdonada? Cuando vuelvo de Toledo empiezo a ver
Madrid como una ciudad diferente. Sentía tranquilidad, como si
hubiese dejado atrás una mochila que llevaba a cuestas. Entonces me puse a estudiar peluquería y empecé a ayudar, desde AesVida, a otras mujeres con el mismo problema que tuve yo. ¿Como le pidió perdón a Dios? ¿se confesó?
Soy cristiana evangélica. Cuando aborté yo no conocía todavía al
Señor. Vivía mi vida loca. Cuando llegué a España y empecé a cansarme de
esa vida, del dolor y del sufrimiento fue cuando tuve la necesidad de
buscar una dirección.
Mi madre siempre me había enseñado a pedir a Dios; y es ahí cuando
emprendo ese camino. Me arrepentí y pedí perdón. Al pedir perdón puedes
entender y comprender.
En el momento en el que yo me arrepentí, Dios me perdonó. La única cosa que me faltaba era perdonarme a mí misma
Y en el momento en el que yo me arrepentí, Dios me perdonó. La única
cosa que me faltaba era perdonarme a mí misma. Y esto lo logré cambiando
mi forma de pensar y mi estilo de vida. ¿Es más difícil sentirse perdonado por uno mismo que por Dios?
Si, porque en el momento que tú te arrepientes Dios te perdona. Lo
difícil es entender como nos tenemos que perdonar nosotros mismos. ¿Le ha ayudado el ejemplo de alguna otra chica que haya superado el síndrome post-aborto? Sí. En el retiro yo creía que mi
historia era la peor, pero cuando compartes con otras personas tu
experiencia te das cuenta de que hay testimonios que son fortísimos e
impactantes.Y no te ves sola.
¿Qué ayuda ofrecen desde la asociación? ¿Qué labor desempeña? Tenemos un departamento desde el que organizamos los retiros de Vida en abundancia
para ayudar a mujeres que han abortado, y también por otro lado, hay un
área de rescate, para convencer a chicas que van abortar. Cuando nos enteramos de que una mujer
quiere abortar hablamos con ella, le orientamos e informamos de AesVida
y de qué ayudas le podemos ofrecer si no tiene recursos.
En AesVida convencemos a chicas para que no aborten: yo les hablo de mi post-aborto, no quiero que pasen por lo mismo que yo
¿Cómo convence a esas mujeres para que no aborten? Dándoles mi testimonio. No quiero que
pasen por lo mismo. Les hablo del post-aborto, del vacío que a mí me
dejó y de la vida a la que yo me metí a raíz de esto. ¡Hemos podido
salvar a bebés muchas veces! ¿Y a una mujer a la que el novio le exige abortar? Posiblemente la pareja se encuentre
asustada porque ha ocurrido algo que no estaba entre sus planes. Por eso
en AesVida nos centramos mucho en las chicas presionadas por sus
novios. Lo que hacemos es tratar a la chica,
le damos nuestro testimonio y le ayudamos a pensar. Al final la madre
decide tener al bebé y se lo termina contagiando a su pareja. ¿Se conformaría con una ley despenalizadora en tres supuestos
(fruto de violación, peligro para la salud de la madre, problemas del
feto) como la que había antes en España o es partidaria del aborto cero? Aborto cero. ¿Le parece justo que las madres que abortan vayan a la cárcel? ¿No cree que también a ellas hay que darles una salida? Se les debe dar una oportunidad y una salida. Finalmente, ¿se siente usted perdonada por su hijo? Claro que sí, porque los no nacidos son inocentes. En el momento en que me arrepentí, pedí perdón a Dios y a mi hijo. ¿Habla alguna vez con él?
Curiosamente la noche anterior de irme al retiro yo soñé con que él estaba en unas sábanas blancas y me alzaba la mano. https://www.actuall.com/entrevista/vida/lilia-supero-el-sindrome-post-aborto-ahora-me-siento-perdonada-por-mi-hijo/
La estadounidense de origen panameño Kelly Martínez tiene 32 años, un marido, tres hijos… y otros cinco pequeños a los que prácticamente no conoce debido a que ha entregado buena parte de su vida a ser madre de alquiler.
En total, ha vendido un niño y dos pares de gemelos a parejas que deseaban ser padres.
Fue tras concebir a una de las parejas de gemelos “contratados” por un matrimonio de nacionalidad española cuando Kelly se plantó y dijo “basta”, tras sentirse acosada y explotada.
Actualmente Kelly se encuentra en Madrid, invitada por la plataforma Stop Surrogacy Now,
una organización aconfesional e internacional, con origen en EE.UU, que
agrupa a personas y asociaciones contrarias a los vientres de alquiler.
La madre afectada por esta práctica de explotación de la mujer ha
aprovechado su estancia en España para reunirse con el vicesecretario de
Política Social y Sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, y así
conocer su propuesta para legislar este asunto, según ha informado El Mundo.
“Tenía que decirles que era una mujer casada, que me
había quedado embarazada de un francés en un bar de Iowa, y que la única
forma de salvar mi matrimonio era entregar a mi hijo a su padre
biológico”
Kelly recuerda que la primera vez que accedió a esta práctica lo hizo para una pareja francesa.
“En principio, todo fue muy bien entre nosotros. Sin embargo, una noche, me pidieron que fuera a la mañana siguiente al consulado francés en Chicago y que mintiera:
tenía que decirles que era una mujer casada, que me había quedado
embarazada de un francés en un bar de Iowa, y que la única forma de
salvar mi matrimonio era entregar a mi hijo a su padre biológico. Lo
discutí con mi marido y, al final, lo hicimos”, relata.
Después de aquella experiencia tuvo un bebé para un matrimonio de Iowa y más tarde se produjo su tercer y último embarazo con el que afirma que “abrió los ojos”.
Conoció a una pareja española a través de una agencia que pone en contacto a los padres interesados con las futuras madres. La pareja había pagado una cantidad extra porque quería tener un niño y una niña.
Kelly cobraría 32.000 euros, la agencia unos 16.000… más otros cuantos miles para los médicos y la clínica de fertilidad.
La madre gestante cuenta que “le implantaron dos embriones: uno de niño y otro de niña.
Había una posibilidad entre un millón de que uno de los embriones no
prosperara y que el otro se dividiera. Pero así ocurrió: iba a tener dos
niños”. Desde ese momento, la relación se torció y Kelly se vio sometida a “una gran presión”.
“El marido me mandaba mensajes, acusándome de la
“tensión” a la que estaba sometiendo a su mujer, porque habían pagado un
dinero extra por tener un niño y una niña. También acosaban a mi
ginecólogo”
Los problemas le acarrearon una
enfermedad conocida como preeclampsia, caracterizada por la hipertensión
arterial. Es una de las complicaciones del embarazo más peligrosas, por
lo que debe diagnosticarse y tratarse rápidamente, ya que en casos graves ponen en peligro la vida del feto y de la madre.
Kelly recuerda que “tuvo que ir al hospital tres meses antes de salir de cuentas.
Entonces, el marido me mandaba mensajes, acusándome de la “tensión” a
la que estaba sometiendo a su mujer, porque habían pagado un dinero
extra por tener un niño y una niña. También acosaban a mi ginecólogo”.
Kelly estuvo enchufada a bastantes máquinas para salvar la vida de los niños, los cuales nacieron a través de cesárea.
Al dar a luz, el matrimonio español estuvo con ellos sólo una hora.
“Les dejaron doce horas solos mientras el resto de bebés de la unidad
de maternidad estaban acompañados. Yo no podía estar con ellos por mi
estado físico”, explica .
Finalmente, la pareja se quedó con los bebés. La madre gestante cuenta que “le acusaban de cosas terribles: de haberme medicado, de haber dado a luz antes de tiempo a propósito… Lo utilizaron como argumento para no pagar”.
Tras la pregunta, ¿qué le diría a una mujer que se plantee ganar dinero dando a luz para otros? Kelly Martínez responde de manera contundente: “Que no lo haga. Arriesgará su salud, te daña psicológicamente… No vale la pena”.
“Como mineros rescatados, no deseamos que se atente contra la vida ni
que se promulguen leyes que no permitan el derecho a vivir y a existir
en Chile. Decimos un fuerte ‘No’ a la ley de aborto”,
afirmaron 22 de los 33 mineros que hace 6 años quedaron atrapados en la
mina San José, a 30 km al noroeste de la ciudad de Copiapó en el norte
del país, y que 70 días después fueron rescatados vivos ante el asombro
del mundo.
“Como chilenos, no aceptamos leyes que no respeten la vida humana, leyes que carecen de solidaridad y de amor”, dijeron en una carta a El Mercurio
el 12 de octubre, día en que se retomó el debate sobre el proyecto de
aborto en la Comisión de Constitución del Senado de Chile.
“Rogamos a la Divina Misericordia que nuestro país siga conservando y protegiendo el derecho a la vida y que no vulnere a los que no tienen voz, a los que emiten un grito en silencio. A los que se les ha negado el derecho a existir”, agregaron.
Los mineros señalaron además que “nos hace falta una reflexión más profunda sobre la importancia de existir.
No quisiéramos imaginar qué hubiese sido de nosotros, los 33 hombres
mineros, si aquel fatídico 5 de agosto (de 2010, día del derrumbe en la
mina) la sentencia de muerte hubiera resultado nuestro único refugio”.
“A seis años de la terrible catástrofe minera de la San José,
agradecemos a Dios y al pueblo de Chile por la energía de amor, de
esperanza y de vida que recibimos durante los 70 días que permanecimos
atrapados, que logró lo imposible gracias a que la Madre Tierra dio a
luz a 33 hombres mineros que había refugiado, con amor, en su vientre”,
destacaron.
“Agradecemos a la Misericordia de Dios por habernos permitido la
gracia de volver a nacer y encontrar vida y no la muerte”, expresaron
los mineros al recordar los días en que permanecieron atrapados 700
metros bajo tierra en el accidente de 2010.
Cabe recordar que en 2015 un grupo de los 33 se reunió con el Papa
Francisco en Roma, después de una Audiencia General. El Papa los saludó y
aseguró que cualquiera “sería capaz de venir acá y decirnos qué
significa la esperanza”.
Se retoma el debate sobre el aborto en el Senado
El proyecto de aborto en Chile, impulsado por el Gobierno de la
Presidenta Bachelet, se encuentra en su segundo trámite legislativo en
la Cámara del Senado, específicamente en la discusión sobre la idea de
legislar, lo que ya obtuvo un voto de aprobación en la Comisión de
Salud.
Ahora es el turno de la Comisión de Constitución, que también deberá
votar la idea de legislar de igual modo a la instancia anterior. De
aprobarse, el proyecto pasará a votación general en la Sala. Si logra su
aprobación en general, la iniciativa abortista volvería a la Comisión
de Salud para ser analizada y votada en particular, es decir, artículo
por artículo.
Si la Comisión de Constitución rechaza la iniciativa, el proyecto
avanza a la Sala pero con un informe positivo (Comisión de Salud) y uno
negativo (Comisión de Constitución).
http://www.actuall.com/vida/22-de-los-33-mineros-rescatados-en-chile-dicen-no-a-la-ley-del-aborto-de-bachelet/
Finalmente, fue aprobado
Miriam, 17 años, tras huir de un abortorio: “¿Por qué tengo que estar en un sitio donde matan vidas?”
Estaba
asustada tras enterarse de que estaba embaraza con 16 años. Fue a un
abortorio, pero la frialdad con la que le trataron, despertó en ella las
ganas de tener al niño. Dos meses después del nacimiento de Pablo,
Miriam relata a Actuall que eso es lo mejor que le ha pasado.
Miriam junto a su familia el día que su bebé nació / Actuall
Un embarazo tendría que ser motivo de alegría, pero no siempre es así. Y, es que, los embarazos inesperados son los argumentos más esgrimidos para plantearse abortar. A veces asusta afrontar la maternidad y más cuando todavía eres una niña.
Para la joven barcelonesa Miriam Serna no era el mejor momento. Tenía
16 años, acababa de terminar 1º de Bachillerato y tenía un futuro
halagador por sus buenas notas, no podía plantearse ser madre y sin
embargo…
Después de visitar un abortorio, decidió seguir adelante con su embarazo. No entendía cómo alguien podía matar una vida.
Ahora dos meses y medio después de dar a luz, asegura a Actuall que
su hijo Pablo ha traído una gran felicidad a ella y a su familia.
Además, ha podido retomar sus estudios. ¿Cómo era su vida antes de quedarse embarazada?
Mi vida antes de quedarme embarazada era muy ordenada, es decir, me
encantaba estudiar y me pasaba las tardes enteras en mi habitación
dedicando mi tiempo a los libros. En mi tiempo libre, me encantaba estar
con mis padres y mi hermana pequeña. Era una adolescente normal, salía
con mis amigas, iba al cine, a comprar…
“Cuando pasó una semana, mi madre ya se empezó a preocupar y me pidió que me hiciera un test. Entonces, me dio positivo”
¿De qué manera se entera que esperaba un hijo?
En el verano del 2016, a mediados de julio notaba algo raro en mi
cuerpo, se me había retrasado el periodo. Me acuerdo que estábamos en
Benidorm y ese verano era el primero que venía mi pareja para pasar allí
las vacaciones. Tengo mucha confianza con mi madre, así que le conté lo
que me pasaba. Cuando pasó una semana, mi madre ya se empezó a
preocupar y me pidió que me hiciera un test. Entonces, me dio positivo. ¿Cómo vivió ese momento?
Me queda en “shock”. Nos miramos mi madre, mi pareja y yo, pero no
sabíamos qué decir. Y de repente, me puse a llorar y se me cayó el mundo
encima. Mi madre y mi pareja me abrazaron llorando y me dijeron que
estaban en todo momento conmigo, tomase la decisión que tomase. Aunque
sé que para mis padres no era la noticia que esperaban. Aún así optaron
por la vida de mi hijo.
La joven Miriam, de 17 años, con su bebé Pablo / Actuall¿Recibió el apoyo de su pareja?Si, nunca me ha dejado de lado. Me decía: “Vamos a poder con todo, no
te preocupes”. De hecho, se ha implicado mucho en el tema de la
paternidad, es un padre genial.
“Por desgracia, aún viviendo en una sociedad moderna, hay
gente que asimila un embarazo en una joven como un gran problema, algo
donde la única solución es el aborto”
¿Y del resto de la familia?
No, los padres de mi pareja no nos han querido apoyar. Desde el
primer momento nos dieron la espalda, porque no estaban de acuerdo con
nuestra decisión. Por lo tanto, él tomó la decisión de venirse a vivir a
mi casa y estar con su hijo y ofrecerle todo lo que está al alcance de
sus manos. Por desgracia, aún viviendo en una sociedad moderna, hay
gente que asimila un embarazo en una joven como un gran problema, algo
donde la única solución es el aborto. ¿En ningún momento pensó en abortar?
Lo primero que se me pasó por la cabeza fue el qué dirán, las
críticas, lo que pensaría la gente, el resto de la familia al enterarse,
mis compañeros de clase, mis profesores, la gente que me conocía… ¿Pero usted qué pensaba?
Mi interior quería tener a ese bebé, ya era una vida dentro de mí,
pero por otro lado pensaba en mi futuro, en el futuro que le podría dar a
él y eso me tiraba para atrás. Entonces, decidí ir a un centro
abortista en Alicante con mi madre y mi pareja.
“Mientras me hacían la ecografía, no me enseñaban la pantalla, deduzco que era para que no me llegARA el arrepentimiento”
¿Qué ocurrió en el abortorio para que decidiera seguir adelante con su bebé?
Cuando llegamos, me atendieron dos doctoras. Era un lugar muy
desagradable, no te trataban con cariño, todo estaba en silencio,
faltaban las palabras. Mientras me hacían la ecografía, no me enseñaban
la pantalla, deduzco que era para que no me llegara el arrepentimiento.
Me dijeron de las semanas gestantes que estaba y simplemente me dijeron:
“Cuando quieras te lo sacamos”. “Te lo sacamos”… ¿qué sintió vd. al oir eso?
Sentía una sensación malísima, me empezaron a temblar las piernas.
Entonces, me armé de valentía y tomé mi propia decisión, me negué
rotundamente. ¿Por qué tenía que estar yo en ese sitio donde mataban
vidas? Nos fuimos de allí y de camino a casa me puse a llorar por la
situación que había vivido.
El pequeño Pablo a los pocos días de nacer / Actuall¿Cómo han sido estos meses hasta convertirse en mamá?Fueron unos meses un poco duros por el malestar que tenía y la
confusión de ser tan joven y verme con una barriga. Me miraba al espejo y
pensaba: “Aquí dentro está mi bebé”. Durante el embarazo también lo
pasé muy mal, ya que al ser madre primeriza me asustaba todo. Si un día
no notaba mucho su movimiento, iba corriendo al hospital, si hacía algún
esfuerzo me asustaba por si le había hecho daño a él. Dicen que las
madres sufren desde que saben que están embarazadas y es verdad, lo he
podido comprobar yo misma. ¿Y cómo ha cambiado su vida la llegada de Pablo?
Para mejor. Cuando lo veo cada mañana doy las gracias porque esté
aquí. Somos uno, sé que va a ser para toda la vida. Cuando visualizo mi
futuro lo hago con él. Diría que es mi motivación, mis ganas de seguir
adelante, mis ganas de luchar por la vida. Gracias a él me levanto cada
mañana con ganas de comerme el mundo y poder darle lo mejor.
“Muchas personas te dirán que es un problema, que eres
muy joven y no podrás y ahí es cuando empiezas a dudar. Pero una cosa sí
que te aseguro, será tu felicidad, tus ganas de vivir”
¿Qué consejos daría a una joven que quiera abortar?
Mi consejo es que se lo piensen mucho antes de tomar una decisión
así. Es una vida, un ser humano. Tiene el mismo derecho que tú de vivir.
Muchas personas te dirán que es un problema, que eres muy joven y no
podrás y ahí es cuando empiezas a dudar. Pero una cosa sí que te
aseguro, será tu felicidad, tus ganas de vivir.
La joven Miriam, de 17 años, junto a su hijo y el padre del niño / ActuallEn cuanto a futuro, ¿qué expectativa tiene?Tengo muchas expectativas, y ahora más que nunca para poder darle lo
mejor a mi hijo. Quiero acabar este año bachillerato, hacer la
selectividad y entrar a la carrera de Psicología. Si antes tenía ganas
de ser alguien en la vida, ahora las tengo el doble porque tengo una
personita que depende de mí y quiero poder darle lo mejor. Iré al
colegio mientras mi madre me lo cuida por las mañanas. El tiempo si lo
organizas es el mejor aliado, sólo hay que saber organizarlo. Además, mi
pareja desde que el primer momento se puso a trabajar.
“Toda mujer debería tener la obligación de darle el derecho a vivir”
¿Por qué cree que nunca se debe recurrir al aborto?
Creo que el aborto es matar una vida. Esta solución no debería de
existir, porque por encima de todo es una criatura que no tiene culpa.
Él no ha decidido venir. Toda mujer debería tener la obligación de darle
el derecho a vivir. Las clínicas de aborto, solo miran su beneficio, no
miran la vida que van a matar. ¿Echa en falta algún tipo de ayuda a la mujer embarazada?
La verdad es que sí. En el tema colegio, he echado en falta algún
tipo de ayuda para poder seguir estudiando desde casa. También a la hora
de ofrecer pañales, leche… es decir, las cosas básicas que necesita un
bebé y que a lo mejor las madres que se encuentran en mi situación no
pueden ofrecérselo.
Ann McElhinney nunca había estado vinculada al mundo
provida. Cuando era estudiante y en la Universidad mostraban fotos de
la atrocidad del aborto ella lo argumentaba diciendo “un trasplante de corazón también es brutal para la vista”, a lo que añadía “es algo maravilloso y no veo fotos de eso”.
McElhinney aseguraba que no se fiaba de la procedencia de las imágenes sobre el aborto. Siempre había pensado que eran fotografías manipuladas con las que los provida instauraban el miedo.
Sin embargo, algo en 2013 hizo que los pensamientos de la periodista cambiasen por completo. El juicio del doctor Kermit Gosnell en Filadelfia, acusado de practicar abortos a menores y de matar a bebés vivos, cambiaron los sentimientos de McElhinney.
La periodista de investigación Ann McElihinney.
En un artículo reciente para The Daily Signal,la
periodista de investigación ha relatado como en la Sala de Audiencias
se mostraron imágenes y se contaron testimonios que nada tenían que ver
con los activistas provida, sino que procedían de detectives de la
policía y médicos forenses.Ahora, McElhinney ha afirma: “Palabras, más palabras y las imágenes que mostraban me cambiaron. No soy la misma persona que era”. A la par que ha asegurado: “Ahora sé que lo que se aborta es una persona, con pequeñas manos y uñas, y una cara que desde los primeros tiempos tiene expresión”.
Las fotos de los bebés que fueron mostrados en el juicio
del doctor Gosnell en las que salían “bebés en toda su inocencia y
perfección” hicieron que McElhinney pasase a sensibilizarse con el drama
del aborto
Las fotos de los bebés que fueron mostrados como prueba en el juicio
del doctor Gosnell en las que salían “bebés en toda su inocencia y
perfección” durante los diferentes trimestres del embarazo hicieron que
McElhinney pasase a sensibilizarse con el drama del aborto y a valorar
que lo que le habían enseñado años antes en la Universidad a través
de fotografías se trataba vidas humanas.
La periodista ha plasmado en un libro su investigación: “Gosnell: The Untold Story if America´s Most Prolific Serial Killer” (La historia no contada del asesino más prolífico de América) y ha sentenciado en The Daily Signal que ahora también sabe lo que es realmente un aborto. “Los bebés son envenenados en el vientre de su madre
mediante la inyección de una aguja llena de cloruro de potasio en el
corazón del bebé. A continuación, el bebé se succiona en pedazos”, ha
descrito.
“He llorado en mi ordenador. He rezado el Padre Nuestro sentada en mi escritorio”
McElhinney, que ha necesitado leer distintos testimonios e investigado para escribir el libro y para redactar el guión de la película que se estrenó el pasado año, ha constatado que “ha sido brutal”. “He llorado en mi ordenador. He rezado el Padre Nuestro sentada en mi escritorio”, ha confesado.
Portada del libro Gosnell: The Untold Story of America´s Most Prolific Serial Killer.
Con el filme y el libro, pretende dar a conocer la historia de
Gosnell, el “killer” de bebés recién nacidos, y de esta forma
concienciar tanto al público como a los lectores de lo que supone esta
atrocidad.
La historia de Kermit Gosnell
Pero ¿quien era Kermit Gosnell? Se trataba de un médico que trabajaba
en la Sociedad Médica de la Mujer en Filadelfia. Hace seis años, él y
varios empleados fueron acusados de varios cargos de asesinato, de
realizar abortos ilegales y de violar la Ley de Consentimiento
Informado.
En 2011, se hizo público que el médico realizaba abortos tardíos a mujeres pobres e inmigrantes por una cantidad que oscilaba entre los 1.600$ y los 3.000$. Ese mismo año fue arrestado.
Los fiscales alegaron que mató a siete bebés -nacidos vivos- por la ruptura de su médula espinal con unas tijeras;
y también a una mujer de 41 años. Karnamaya Mongar, una refugiada de
Nepal que murió a consecuencia de una dosis muy alta de anestesia
suministrada en la última etapa de su embarazo.
Estas no han sido las únicas atrocidades de Gosnell. Sus prácticas ilegales le llevaron a realizar un aborto a una niña de 15 años sin permiso de los padres.
El ‘Killer’ de bebés recién nacidos, Kermit Gosnell, sentenciado a cadena perpetua.
Tras numerosas peripecias, a Gosnell se le acusó de homicidio en primer grado, cargos de conspiración y violación de la ley estatal, que prohíbe los abortos a partir de la semana 24 de gestación.El médico, junto a varios miembros de su equipo, entre los que se
encontraba su esposa, fue declarado culpable en 2013, siendo sentenciado
a cadena perpetua sin posibilidad de poder obtener la libertad condicional.
La
madre se llama Skye Rance, tenía 17 años cuando quedó embarazada. El
problema comenzó casi desde el principio de su gestación, el médico le
advirtió que tenía amenaza de aborto. El novio al enterarse de que
sería padre, le propinó una golpiza terrible a la chica, los doctores le
dijeron que el riesgo de aborto había aumentado demasiado, así que lo
mejor sería provocarle el parto, pero ella se negó, pues no perdía la
esperanza de convertirse en madre. Pero a las 24 semanas, Skye sintió
un dolor insoportable en el estómago, su fuente se rompió y pensó que
perdería a su bebé. Su madre la llevó a emergencias y al ver el estado
de salud de la chica las enfermeras la trataron inmediatamente, pero
apenas llegó al ascensor no pudo aguantar más, las enfermeras quedaron
sorprendidas ¡Estaba dando a luz en el ascensor del hospital!
Las enfermeras asistieron a la joven, pero el bebé no presentaba señales de vida, no se movía y no parecía que respirara tampoco, pues su bebé apenas medía 15 centímetros, no se había formado bien. Aun así, los doctores hicieron todo lo posible por revivir a la pequeña y tras varios intentos, escucharon un débil llanto.
Inmediatamente las enfermeras llevaron a la pequeñita a la incubadora
para darle el tratamiento necesario. El problema era que la niña tenía
una rara condición en el corazón que no se había terminado de formar,
tenía un agujero que no permitía que la sangre circulara correctamente, y
sus ojos eran muy sensibles, podía quedarse ciega; los doctores
tuvieron que someterla a cirugía para corregir esto, de lo contrario la
pequeña moriría.
La pequeña a quien llamaron Tansy, recibió en total 30 transfusiones de sangre y una operación en las córneas.
Pero valió la pena, porque después de 13 horas de estar en el
quirófano, la pequeña se encontraba estable, y al cabo de unas semanas,
pudo ir a casa con su madre. Ahora Skye no deja de tomarse selfies con
su pequeña Tansy y no puede estar más feliz, pues cuando ve los ojos azules de su bebé, se da cuenta que la vida le ha regalado algo precioso que debe cuidar. MiHijomiTesoro
https://rescatadores.live/2017/04/17/nacio-muerto-media-15-centimetros-pero-los-doctores-lo-revivieron-y-hoy-es-asi/